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Channel: el blog de kufisto
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CHIPAÑA

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He salido a pasear, sí, qué coño, los resfriados son para quienes quieren estarlo, yo no, yo no puedo perder el tiempo con esas cosas, no sé qué cojones estoy haciendo con mi vida pero sí que no quiero gastarla malo; mal, sí, pero malo, no.

Cuatro y media de la tarde, el sol un tanto caído, pero también ahí hace daño, que se lo pregunten a los toros que cayeron en manos de Curro, y The arrival of the queen of Saba en el lugar de clarines y timbales, a la mierda, eso para los que se ponen más ciegos viendo corridas ajenas.

Es una música deliciosa, de otro tiempo, ya nadie podría hacer algo así, sería tachado de frívolo, de cínico, de insolidario, "¿como puedes hacer algo así sabiendo todo el dolor que hay en el mundo?", es como si estuviera mal visto lo hermoso, lo bello, lo noble, como si todo lo grande tuviera que pedir perdón constantemente por no se sabe qué. Bueno, sí, por ser mejor. "Si todos somos tan así, ¿porqué tienes que ser tú diferente?" El número, el puto número que nos conducirá de regreso a las cuevas, aunque esta vez iluminadas por paneles solares, o molinillos de viento, tan estilizados, tan gayers, ellos están ahí sin hacerle daño a nadie, quizá algún pájaro despistado, "¡uy, qué pena!, ¿como podríamos solucionarlo? tal vez si despidieran ondas electromagnéticas...¿pero y sus oídos? seguro que sufrirían, pobrecitos, pero al menos no son como esos gordacos asquerosos que trituraban el trigo del pan, ese horror..." Quizá ni eso, seguro que les molestan a alguien o a algo, seguro que encuentran algún pero, algún motivo por el que llorar...Todo hace daño, no hacemos más que mal, somos el cáncer de la Tierra, suicidémosnos...o mejor que nos suiciden, que ya no quedan huevos. Pero que duela poco. Anda y que os den por culo.

Que no quiero imaginarme al pelanas de Luis Cobos componiendo algo en honor de la Reina de Fabada, esa trepa, esa tía que tiene el mismo misterio que el La cagaste, Burt Lancaster. Además que ella es más de Muse y bazofia semejante, niños torturados en sus cuerpos de hombrecitos por haber nacido en un mundo que les dio casi todo hecho, "¿y ahora qué hacemos nosotros?", "vamos a llorar, ¿no?", "pues sí, que quien no llora sigue sin mamar" ¡¡¡PERO ESO ES CUANDO NO TIENES DIENTES, CAPULLOS!!!

Poco ha faltado para darme la vuelta, "¿media horita y salgo esta noche?", no, mejor ahora, que luego nunca se sabe, y menos así, te emperras y te quedas ahí, "aaayyy...aaayyy...aaayyy...", y los bichejos tan campantes por tu cuerpo, en tu sangre, "jijiji..." No, que se jodan, a sudarlos, a echarlos afuera, que nadie os ha invitado, hijosputas, y no vais a comer y a beber de él más que el tiempo justo y necesario, cabrones, a ver si os creéis que soy el poverello de Asís o María Ostiz, so mierdas.

Iba con los pantalones cortos, hemos estrenado temporada, al igual que con la gorrita, también las gafas de sol, por un momento me ha venido Bono a la cabeza, el irlandés, el arreglamundos, pero ha sido cosa de poco, enseguida ha aparecido Lemmy para cagarse en las putas madres de los soplapollas y me he venido arriba, siempre lo hago cuando se trata de darle caña al cuerpo, hay que castigarlo, que no se atonte, y menos cuando está en plan oenejeta: entonces, el doble. "¿Subo al cerro? subo al cerro" Pá el cerro.

Y para allá me he ido, lo menos hacía un mes desde la última vez, y eso que no iba con el calzado adecuado, pero la voluntad no es el reloj al que le falta una pieza y se jode el invento: no es tanto que si quieres, puedes, como que si puedes, lo demás carece de importancia. No hace falta nada para hacer cualquier cosa que puedas hacer.

Me ha costado, lo reconozco, pero he llegado hasta el final, aunque ha habido varios momentos en los que he estado a punto de abandonar. Y como pasa siempre que vences a tu parte débil he empezado a sentirme realmente bien, que no hay nada mejor que lo bueno, digan lo que digan, y en esas iba, bajando la ladera, escuchando canciones alegres, cuando al llegar abajo he encontrado un gorrioncillo muerto en la carretera, tenía los ojos abiertos, pero eso no significa que estés vivo, y menos un pájaro, que no se están quietos ni cuando están parados. Corte de rollo. Ver un pájaro muerto es como ver a Cristo muerto. Es como si al volar no tuvieran que morir en la tierra, como si fueran arrebatados, es tan raro ver en el suelo a alguien que pudo volar...Lo he apartado de la calzada dándole una pequeña patada, junto a los matorrales, se lo estarán comiendo ya, pero al menos no lo ha reventado la rueda de un tratol. Estaba duro. Lo he notado. Qué lástima, coño.

Pero pronto ha venido la sed al rescate, "Kufisto, llevas hora y media cabraheideando y al agua del tiempo que sacaste contigo ya le faltan un par de grados para ponerse a hervir...", "es verdad", estaba horrible, todavía más que al principio, qué poco aguante tiene el frío, joder, parece un funcionario del Hayuntamiento.

"Una cocacolaaaa..." Me he echado mano al bolsillo sin mucha convicción, estaba casi seguro que no llevaba ni un duro, y menos euros, y así ha sido, otra vez que he olvidado la primera regla del que sale de su casa: NO LO HAGAS SIN DINERO. Aunque sea para ver si hace bueno.

Estaba a cinco minutos de una tiendecilla, una que ha abierto un español, para variar, es un chico joven y se le ve que hace lo que puede, con eso basta para mi, y además tiene buenos precios, no como el listo del 24 horas, el primero, uno que tiene la suerte de estar en el centro de la mojama, de la acción, vamos, se forra...Pero este pobre está en el culo del pueblo. Y cobra menos por costarle más. Y todavía dirán que no es donde naces, como si no importara...

Seguramente me hubiera dado una, "oye, amigo, estoy muerto de sed, necesito una cocacola de los cojones, ya ves tú, siempre abominando de toda esa mierda y ahora me rebajo por una de ellas...misterios de la vida. No quiero agua, ha de ser cocacola, nos conocemos poco pero creo que sabes que soy un buen tío, uno de palabra, como tú me lo pareces a mi, y te la doy de que antes de media hora estoy de vuelta para pagártela con creces, que esta mañana pasé de comprar la carne a los franceses, tenemos que ayudarnos y tal, y veo que hay tienes lomo y salchichas con buena pinta, me voy a gastar veinte euros en tu tienda, algo que probablemente sea tan raro como pillar cuatro en la Primitiva...Así que por favor..."

Y, evidentemente, he pasado de largo. Pero me he hecho la promesa de regresar con el coche para dar satisfacción al deseo. Sí, coño, se lo merece...

He llegado a casa con la lengua más seca que la cabeza de una feminazi, toda mi agua estaba sobre la piel, o eso parecía, supongo que habrá arrastrado algunas bacterias, algo bueno debe tener el sudar como un cerdo, aunque no sea agradable para los demás, pero una empieza a comerse la cabeza por el sudor y acaba celebrando El Gato al Vino y memorizando los editoriales de Marhuenda.

"¿Y ahora bajar a la cochera con el cambio de temperatura...tó sudao...medio resfriao...? Aunque podría ducharme antes, sí...pero necesito la cocacola YA"

Y me he acordado del chino que ha abierto hace poco, otra más, y esta a dos pasos de mi casa. En la yema.

- "Holaaaa"
- "¡HOLA, AMIGOOOO!"
- "Tiés cocacola fría...grande..."
- "Sí, clalo, allí abajo, amigo..."

Estaba helá. Casi me corro.

También he pillado una de dos litros de fanta de naranja.

- "¿Qué te debo?"

Se ha puesto a hacer cuantas debajo del mostrador, es un chino de unos cuarenta y tantos años, siempre sonriente, está gordito y tiene poco pelo, como la mayoría de ellos, no sé qué coño le pasa a esta gente que todos se parecen a Mao, conozco a uno de los nuestros que se parece a Franco, pero sólo a uno.

- "¿Ago má?, ¿Selvesa? mu flía, mucho...mu flía la selvesa"
- "Ya, pero no...lo estoy dejando..." le he respondido después de pegarle un par de buenos tragos al limpiacañerías. Me he fijado en una ristra de relojes de pared que tiene a la entrada, todos marcaban las diez y media a pesar de que eran cuatro horas menos. He pensado en preguntárselo, pero no.

Él ya tenía mi dinero y yo su cocacola de dos litros. Y la fanta.

Tres con diez por cuatro litros bien fríos.

A ver quien tiene huevos para ponerle el cascabel al gato.

Gato negro, gato blanco...lo importante es que cace ratones, que dijo su Gran Timonel.

O economías.

Perdona, chaval...La economía lo es todo, y tal pascual, que dijo nuestro registrador de la propiedad...

Ay, Diosss








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