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Channel: el blog de kufisto
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TIEMPO DE VERBENA

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Son las fiestas de un barrio del pueblo, las mejores según los entendidos, yo no entiendo, para mi todas las fiestas populares son un coñazo, cosas del oficio, qué le voy a hacer, y ahora menos, que con el paso de los años un tío honrado debe cuidarse de los focos, no sea que una vez conseguido el no querer engañar a nadie alguien se engañe contigo, y tú eres tan así que puedes ser capaz de engañarte para que la otra no se desengañe hasta que ella quiera, faltaría más, siempre tan caballero y todo lo demás.

Paso por allí a diario, o casi, está en mi ruta, y ya el lunes vi los primeros signos de movimiento, enseguida caí en la cuenta del porqué, hasta ahí llego, pero aquella también fue la última mañana que he pasado, es imposible madrugar con este calor, así que cuando la noche del jueves vi la carretera cortada me costó un poco dar con la razón, todavía más al ver como dos coches de policía habían enjaulado en la rotonda a otros dos de yogurines, parecían atemorizados dentro de sus flamantes bugas, sólo eran las once de la noche y ya se había levantado la veda, incluso vi llegar a otro de la guardia civil antes que mi actitud empezara a ser sospechosa, es decir, que tuviera que darme la vuelta. Cuidado con la poli que es la de ellos.

Era la noche de la inauguración, aunque más de cartel que de veras, apenas se divisaba gente, razón por la que no cambié de trayectoria, sino de qué, y sí, aquello tenía buena pinta, quisir, buena pinta para quienes les guste el ruido y las luces que se mueven, el olor a churros, a perritos calientes, a pollos abrasados y a dios sabe qué, los botes amarillos de mayonesa, los rojos de ketchup, tan gordos que dan ganas de comer lo que sea, y en fin, todo lo demás, aparatos para que te muevan el cuerpo, arriba y abajo, de lao, de cabeza o de culo, lo que sea, la cuestión es que te muevan, así te ríes y haces hambre, y luego si eso te compras una camiseta del Ché, o una navaja de Albacete, o un pirata de Andy y Lucas...No era la noche, la cosa estaba a medio gas, mucho menos, y al único que vi mirando algo fue a un tipo que se parecía al forzudo de Atraco Perfecto, el que la lía en el hipódromo para que los demás den el palo, estaba mirando los cuchillos, tenía cara de asesino aunque no conozco a ninguno. Pero he visto muchas películas.

Anoche ya fue otra cosa, pude ver los fuegos artificiales mientras me aproximaba por el flanco derecho, y donde hay esa clase de fuegos hay mucha gente, sin discusión, eso es algo irresistible, por lo que tomé la determinación de irme por la paralela en cuanto llegara a la zona cero. Y así lo hice y aún aproveché para soltar una buena meada en la zona más oscura de una gasolinera abandonada por un multimillonario que no paga a nadie y sigue libre, bien vivo y mejor coleando. España, unidad de destino en lo universal.

Ya con la idea de regresar a casa vi a lo lejos a una muchacha que se acercaba hacia mi, no por mi, malditas preposiciones, pude verla tanto como ella no a servidor de ustedes, que ya está bien de mi, pues algo debía haber en los baldosines de la acera que no les quitó ojo, aunque bien pudiera ser que fuera por evitar al matrimonio de viejos que estaban tomando el fresco y al pureta desastrao que venía de frente, no sé, tampoco las miré cuando nos dimos las espaldas, pues me vino a la cabeza la idea de como será la cosa cuando la muchacha que venga por esa calle dentro de cuarenta años lo haga rodeada por viejos y viejas solitarios, sin hijos ni nietos, y si no será preferible pasar la noche en la jaula de los leones que hacerlo por la calle de los viejos que vamos a venir.

Y hoy he acabado de decirme a pasear la noche cuando he abierto la sandía que compré ayer: sin terminar de hacerse, inmadura, verde, casi ni rosa...La madre que parió a Caraflán. Con lo que me va gustando la sandía.

Y eso que la tanteé bien, aunque reconozco que no me quité los cascos, no sé como coño lo hice, tampoco recuerdo que canción sería, la vi tan verde oscura, sin mancha alguna, perfecta, que casi daban ganar de darle un beso, o dos, "Loco sandiofílico con auriculares es reducido por el vigilante de seguridad del Centro Comercial" He mirado en la Red para la próxima vez, como saber si una sandía es buena, click, hay que pillar las que tengan el culo color amarillo cremoso y al tocarlas suenen a hueco. O sea, todas las que había menos la mía. Son las cosas de ir con tiempo, que te entretienes y acabas eligiendo a la que tiene el culo limpio.

La he tirado en una bolsa y he aprovechado para deshacerme de la basura de los últimos cuatro o cinco días. Casi llego abajo y casi me meto yo en el contenedor.

Pero bueno, ahí estaba la noche, con su aire caliente, como en pause, como si Dios hubiera visto algo que mereciera la pena, quizá las terrazas vacías de un verano en España, esa unidad de destino en el hormiguero, y por más que lo he intentando no he logrado encontrar un enlace para escuchar al completo el nuevo de los Sabbath, que no sé donde habrá metido mi vieja el adaptador de memoria del teléfono, y tontería que le pregunte, como si ella supiera qué es eso, ni falta que le ha hecho nunca ni me ha hecho a mi hasta hace cuatro días. Estará en algún cajón. Como todo lo demás.

Me he decidido por los Pink Floyd, ideales para cuando acaba de irse el sol, el Dark Side of the Moon, en orden, recuerdo que una vez lo puse en el bar en modo aleatorio y casi le dio un infarto a un buen amigo mío, "¡¿PERO QUÉ HACES, KUFISTO, ME CAGO EN SAN DIOS?!, tenía razón, eso es abominación; bueno, para mi todavía lo son las dos cosas.

Los sábados por la noche hay muy poca gente andando por los sitios de rigor, eso es durante la semana, el sábado está para otras cosas, en eso quedaron, así que el paseo ha sido bastante agradable, lo que más se veía eran grupitos de chicas jóvenes yendo hacia algún sitio, aún no tienen edad para el carnet, he estado a punto de pasar por la mitad en el último que he visto, estaba casi convencido de pasar entre ellas como el aire, como un ser de luz, de la que sea, además que el tema de apertura del Meddle te incitaba a ello, estaban bien grillaos los pinflois, "ese es un pinfloi" me contaron que se decía de quien era raro en los años setenta...

Hoy era el día grande, estarán hasta el amanecer, hay baile y orquesta, no faltará a la cita el baúl de los recuerdos, la Macarena y el resto del equipo embotacerebros habitual. He visto algunas parejas solitarias de camino hacia allá, hacia el sitio de reunión, hacia la quedada, hacia el botellón de los mayores subvencionado por el Hayuntamiento...Y no he visto amor en ninguna de ellas, no había más que verlas caminar como si fueran a un sitio donde no querían estar. Pero venían de otro donde aún lo quieren menos. Y algo hay que hacer con el tiempo cuando ya vale hasta para una verbena de barrio de pueblo. Mañana llegará y será un poco peor que hoy pero menos que pasado.

Un viejo estaba sentado en el poyete de su casa, rodeado por cuatro viejas con sus sillas, estaban hablando entre ellas, podía oírlas a pesar de los Pink Floyd, no es complicado, tienen tantos tiempos muertos, estaban tan quedaos...Pero creo que las hubiera oído igual durante el segundo punteo de Money.

Iba fumando un pito que acababa de hacerme cuando nos hemos visto a quince o veinte metros, me he fijado en su cara, parecía la de uno de esos tipos que Chuck Norris rescataba en Vietnam...

Y no he podido evitar darle una gran calada al cigarrillo en el momento de llegar a su altura por mi acera.

Sonriendo, he lanzado el humo hacia la bombilla de la farola.

Y ahora que desde aquí oigo la música sin reconocerla hago lo mismo con la pantalla del ordenador.

Sueña dulce mientras puedas.



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