Quantcast
Channel: el blog de kufisto
Viewing all articles
Browse latest Browse all 558

SÍ, SEMOS DIFERENTES, SÍ...

$
0
0



Hay ocasiones en las que no buscas una historia que contar, es ella quien te encuentra, quien se apodera de ti sin avisar, sin motivo aparente. ¿Qué ha sido? ¿eso que has escuchado o aquello que has visto? ¿o ese olor tan...? Sin saber como ni porqué empiezas a mezclar las cosas, a tirar del hilo, mejor; y mentalmente ya tienes el trabajo hecho en su mayor parte: sólo queda pulirlo y ordenarlo. No importa que estés rellenando las cámaras, o sirviendo copas, o navegando en la Red, o hablando con algún cliente...No importa nada más que lo que está calentando tu líquido encefalorraquídeo hasta casi llevarlo a la ebullición. El resto son cosas mecánicas que tu parte mona se basta y se sobra para conducirlas entre sus amplios márgenes. Sólo tienes que cuidar de lo inestable.

Hace mucho tiempo que no escribo de otra manera, que no tiro de memoria, y menos aún de fantasía, creo que todavía está por llegar la primera vez, carezco de ella, no sabría qué hacer con ella. La memoria es otra cosa, no es que tenga superabundancia de ella ni que dé para más que para contar lo mil veces contado antes que yo, pero sé como manipularla, como hacerla atractiva para quienes ya no piden demasiado, algunas de mis historias más celebradas han venido de ella. Es fácil, demasiado fácil. Y mi pasado me importa un güevo.

Prefiero contar de los días que puedo recordar lo que comí.

Como por ejemplo antes de ayer, miércoles. Comí arroz. Otra vez.

Era media tarde, apenas faltaban dos horas para acabar mi turno cuando de golpe y porrazo me pasó lo del principio, y además muy intensamente, con mucha claridad, tal que si solamente hiciera falta una pequeña incisión en mi cabeza para extraerla, puede que hasta encuadernada. Todo casaba, esto me llevaba a eso y este allí; y no acababa aquí la cosa: casi que tenía hasta las palabras, las jodidas frases, los puntos y las comas, los silencios...Todo.

Increíblemente fácil y bueno.

Decidí tomarme una copa sin hacer mucho caso a la baliza de mi experiencia, beber como lo hago yo no es bueno para casi nada, pero eran las siete y pico, me iba a las ocho, "bah...", un gintonic, algunas anotaciones, nada expreso, sólo lo fundamental, las ideas, que no se me olvidaran, lo demás ya estaba en su sitio como crucigrama de Mambrino resuelto, "joderrr...va a salirme realmente bien..." Me eché otro, lo apuré a menos diez, daba tiempo para un tercero, pero eso ya sería demasiado, había cogido el punto. Lo tenía.

Y acordándome del consejo de un buen amigo y su alabanza al vino eché una botella de tinto frío en la bolsa, "por si..."

Llegué a casa con el piloto automático, ni quité a los Sabbath de lo concentrado que iba, eché una buena cagada, me refresqué, me puse cómodo, encendí el ordenador, quité el celofán del puro y...abrí la botella de vino.

Por un momento, quizá dos, puede que hasta tres, me lo pensé: "Estás bien, comiste un poco a las dos, si ahora te bebes eso...puede que la jodas" Me serví el vaso más grande que tengo hasta arriba.

Empecé bien, pero no tardé mucho en atrancarme, mala señal, más vino, más humo, estaba dándome cuenta de que la cosa no iba, que se me estaba yendo, me mosqueé, bebí más, tiré de cigarrillos, "se me va...se me va..." Y lo acabé bastante borracho.

Tenía hambre, agarré media sandía del frigorífico y me la comí a bocaos, "tengo más hambre", me vestí y salí a la calle, fui al bar de los hijos de un amigo muerto hace un año, no había vuelto desde entonces, no había nadie, reconocí al que conocía, el otro que estaba era su hermano, me lo dijo después cuando se sentó conmigo en la terraza, no le dije nada de su padre, él tampoco, pero los dos no podíamos pensar en otra cosa. Era un tanto incómodo. Los hijos no están cómodos con los amigos de su padre muerto muy antes de tiempo.

Me prepararon un buen bocadillo y me bebí tres jarras de cerveza y dos whiskies con cocacola.

Y regresé a casa peor de lo que había salido.

Encendí el ordenador y vi lo del tren, no le hice mucho caso, pasé por el blog de un amigo y monté el espectáculo con uno de sus participantes, estaba cabreado, muy cabreado. Poco después me fui a la cama y miré los wasaps del grupo antes de dormirme, estaban con lo del accidente, ya iban no sé cuantos muertos, "Lástima de gente" escribí. Y me dormí.

El despertar fue el esperado, tiré de ibuprofenos, me duché y me preparé algo para comer, tenía un hambre negra, me hubiera comido cualquier cosa. Pero gracias a Dios apenas había nada en la nevera, así que pelé un par de tomates, les eché una latilla de atún en aceite y los devoré con unas rebanadas de pan integral, al igual que hice con dos huevos duros y un poco de sal. Zumo de naranja con miel y limón, un agualimón bicarbonatado de dos litros para pasar la tarde y pá el bar.

Justo antes de irme recordé que había escrito algo, lo miré y tardé cero coma en meterlo a la nevera. "Gilipollas" Ya van unos cuantos.

No pasé muy mal el mediodía, el buen desayuno estaba ayudando lo suyo, y al terminar la hora de los cafés de la tarde me conecté a Internet para mirar lo del tren, por supuesto en ningún periódico de los mass-mierda, prefiero los foros, ahora que todavía son libres.

Uno puede apartarse de la mierda, pero no dejará de saber que la mierda existe: nunca estarás a salvo.

Algunos enlazaban los titulares de los grandes, sus últimas noticias y todo eso, no con la idea de darle márchamo de veracidad, al contrario, la inmensa mayoría lo hacía con el ánimo indignado, que la gente que corre por la Red lo hace huyendo de algo, y de verdad...para vomitar. Y lo del ABC...me callo.

Vi la foto del maquinista, "tiene cara de rojo" le dije a un amigo, y casi que pensé más en él que en los muertos: "hoy no hay nadie en este mundo que esté peor que este"

En menos que canta un Nokia ya habían resuelto el caso: "Mirad aquí: este es"

Esta mañana, a última hora, ha llegado al bar uno de mis mejores clientes, un amiguete rojeras que es ferroviario, venía de trabajar, "una cerveza helá, Kufisto".

Estaba fumándome un pito en la puerta y ha salido él para hacer lo mismo, ha vuelto al vicio después de estar dos años limpio, fue a un brujo, bueno, psicólogo, o parapsicólogo, o no se qué mierdas, el tratamiento consistió en estar un par de horas totalmente a oscuras tumbado sobre una camilla con unas piedras en diferentes lugares del cuerpo, eso y un par de sesiones previas en plan comeollas, "el fumar es algo físico", ¿o era psicológico?, ya no me acuerdo, pero le resultó.

- "Qué calor"
- "Joder...qué ganas tengo de que llegue octubre"
- "Sí...pues allí en B no veas, algo ya insoportable"
- "Pues será el puto infierno"
- "Casi"
- "Y decían que no iba a haber verano"
- "Los franceses, que son mu listos"
- "Ya..."

Hemos echado unas caladas en silencio. He tenido la misma sensación que la otra noche.

- "¿Y lo del tren...?"

Yo quería preguntarle y él contármelo.

Y ha empezado a hablar así como corre el agua después de un corte en el suministro. No hay más sindicato nacional que el de la RENFE. En verdad, son como una familia: para lo bueno y para lo malo.

- "Mira...Kufisto...anoche estuve cenando con cinco maquinistas...eso ha sido un error humano...ese hombre no se ha dado cuenta...se ha despistado. Viene de un tramo de alta velocidad, todo eso funciona con balizas, unos chismes accionan unos botones en la cabina que tienes que pulsar, señales luminosas y acústicas, para prevenir lo de hombre muerto. Puede que lo llamaran por el móvil (sí, el móvil) o que fuera pensando en otra cosa, a veces pasa, ¿no le pasa al viajante que lleva diez años haciendo el mismo trayecto y llega un día y se salta el primer stop y se mata? El problema ha sido que en ese tramo las balizas no funcionan, están desconectadas, cosas de inaugurar rápido las cosas, que no se terminan de hacer...El jefe de estación le da la hoja de ruta del trayecto, la lleva delante, del tal kilómetro a tal kilómetro a tal velocidad, y así. Todo está detallado. Este hombre se despistó, por la razón que fuera, y no se dio cuenta de que había llegado a la zona donde el pilotaje pasa a ser manual, nada más. Eso es lo que ha pasado. El despiste y las cosas a medio hacer. Lo había hecho cientos de veces, no ha sido una sorpresa ni nada de eso, sabía que era así...porque lo habían dejado así"

Y yo, que por mis venas también circula mucha sangre ferroviaria, le creo.

Eso es lo que ha pasado.

Que esto es España.

Nada más.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 558